Aunque freír puede ser un método de cocción rápido y cómodo, asar ofrece varias ventajas en cuanto a salud y sabor. He aquí importantes razones por las que asar es mejor que freír:
Menos grasa añadida
Mientras que asar puede implicar una ligera capa de aceite para dar sabor y evitar que se pegue, freír suele implicar sumergir la comida en una cantidad considerable de aceite, lo que conlleva un mayor contenido calórico y graso. El asado permite que el exceso de grasa se escurra de la carne durante la cocción, con lo que se obtiene un producto final más magro.
Conservación de los nutrientes
El asado suele conservar más nutrientes naturales de la carne que la fritura. Las altas temperaturas y los tiempos de cocción más largos asociados a la fritura pueden provocar la pérdida de nutrientes, especialmente en el caso de las vitaminas termosensibles y los ácidos grasos omega-3.
Menor contenido calórico:
El asado tiene un menor contenido calórico que la fritura. El exceso de aceite absorbido durante la fritura contribuye significativamente al recuento total de calorías, por lo que el pescado o el pollo asados son una mejor opción para quienes vigilan su ingesta calórica.
Formación reducida de compuestos nocivos
Freír a altas temperaturas puede provocar la formación de compuestos nocivos, como la acrilamida y los productos finales de glicación avanzada (AGE), que causan inflamación y daño tisular.
Textura crujiente con menos aceite
Aunque la fritura puede producir una textura crujiente, el asado también puede lograr una textura deseable con menos aceite. Utilizar técnicas como precalentar el horno y asegurarse de que el pescado está bien seco antes de asarlo puede dar como resultado un exterior crujiente sin excesivo aceite.
Conveniencia
¡A nadie le gusta limpiar un montón de aceite del fogón! Asar suele ser un método de cocción más sencillo y limpio que freír; ¡no hay salpicaduras de aceite caliente! Esto puede hacer que el proceso general de cocción y limpieza sea más cómodo. Asar suele requerir menos atención manual que freír. Una vez sazonada la carne y colocada en el horno, se puede dejar cocer, ¡liberando tiempo para otras tareas de preparación de la comida o para leer este blog!
Sabor y textura mejorados
El asado permite que la carne desarrolle sabores y texturas complejos mediante la caramelización y las reacciones de Maillard (cuando los aminoácidos se calientan en presencia de azúcares reductores, el alimento se dora produciendo aromas y sabores frescos). Estos procesos químicos se producen cuando los azúcares y aminoácidos naturales de la carne reaccionan a altas temperaturas, dando lugar a sabores ricos y sabrosos y a atractivas costras doradas. La fritura, aunque puede crear un exterior crujiente, no consigue la misma profundidad de sabor y textura que el asado.