Puede que la tiroides sea una glándula pequeña, pero tiene un gran trabajo cuando se trata de mantener nuestro cuerpo funcionando sin problemas. Tiene forma de mariposa y está situada en la parte inferior delantera del cuello. El tiroides produce hormonas que regulan la forma en que tu cuerpo utiliza la energía. Estas hormonas -principalmente T3 y T4- afectan a todo, desde el metabolismo y la frecuencia cardiaca hasta el estado de ánimo y los niveles de energía. Piensa en tu tiroides como en el termostato natural del cuerpo: controla lo «rápido» o «lento» que funcionan nuestros órganos y sistemas, dependiendo de lo que necesitemos.

Cuando la tiroides no funciona correctamente, puede causar hipotiroidismo (cuando es hipoactiva) o hipertiroidismo (cuando es hiperactiva).

El hipotiroidismo puede hacer que te sientas perezoso, ganes peso o tengas frío, mientras que el hipertiroidismo puede provocar síntomas como nerviosismo, pérdida de peso o taquicardia. Dado que el tiroides influye en tantos aspectos de nuestro cuerpo y mente, incluso un pequeño desequilibrio puede tener un impacto notable en la vida cotidiana.